Si Bella Ramsey no es tu ícono de estilo, no sé qué haces aquí
Bella si lees esto, quiero ser tu amigo
Recuerdo la primera vez que vi a Bella Ramsey en pantalla. Fue interpretando a Mildred Hubble en la serie The Worst Witch (La peor bruja), una joven bruja más torpe que formidable. Desde entonces tratado de seguir cada paso de su carrera, pasando por su papel en en Game Of Thrones, sus apariciones en videos musicales y en cortos independientes, hasta su aclamado papel como Ellie en The Last of Us. Con los años, Bella no solo ha demostrado un talento actoral extraordinario, sino que se ha convertido en algo más para mí: un referente de estilo.
Y no solo es un referente sin más — de esos que dices en listas o que mencionas en una conversación mundana, sino que Ramsey se convirtió en una figura a la que admiro profundamente. Me llama mucho la atención cómo utiliza la moda y su propio cuerpo como medio de expresión. Su autenticidad, a contracorriente, ha llegado a incomodar a ciertos sectores; pero para mí, esa honestidad es precisamente su mayor virtud en cuestiones de estilo y personalidad.
Desde el principio, Bella dejó claro que no seguiría el libreto convencional de la alfombra roja o de la industria del entretenimiento. Sus apariciones en premieres y premiaciones se han vuelto virales por lucir ropa típicamente asociada a la moda masculina, prendas a las que ella aporta un giro único. Es sabido que se inclina por la sastrería clásica – trajes, prendas estructuradas – pero siempre añade detalles inesperados, ya sea un delineado blanco dramático en los ojos o unas piernas sin depilar bajo el pantalón. Esa irreverencia resume su filosofía: “¿a quién le importa? Esto es con lo que me siento cómodx”. En última instancia, Bella demuestra que la ropa es simplemente una extensión de uno mismo, un vehículo de comodidad y autenticidad.
Uno de sus momentos más emocionantes ocurrió en los Golden Globes de 2024. En lugar de un vestido de gala, Bella optó por un conjunto minimalista de Prada: chamarra de corte cuadrado, pantalón recto y botas negras estilo militar, perfectas según GQ UK “para atravesar el apocalipsis”. Lejos de ser un gesto de rebeldía superficial, aquella elección obedeció a una búsqueda de autenticidad y comodidad. Su estilista, Fabio Immediato, reveló que querían que Bella se viera “extremadamente cool y no excesivamente producida” reportó GQ UK. La actriz Jodie Foster, presente en la gala, destacó: “Hay otras maneras de ser mujer, y es realmente importante que la gente lo vea... Bella llevaba el traje más perfecto, hermosamente confeccionado, y sin una gota de maquillaje”. Bella brilló con un look austero y genuino que subvirtió las expectativas de la noche.
Otro hito estilístico de Ramsey fue su debut en la Met Gala de 2023. Deslumbró con un tuxedo de Thom Browne hecho a medida: un esmoquin con falda incorporada, cubierto de finas rayas y perlas en homenaje al amor de Lagerfeld por ese adorno. Pese a la magnitud del evento, se mantuvo fiel a sí misma. “Sabía que quería llevar alguna versión de un traje, e hicieron un trabajo increíble”, confesó sobre aquel diseño. La mezcla de silueta clásica y detalles subversivos convirtió su atuendo en uno de los más aclamados de la noche.
En los Critics’ Choice Awards de 2024, llevó otro delicado traje Thom Browne de algodón estampado con toile de Jouy y apliques florales. Podría parecer un guiño pintoresco, pero ella lo portó con naturalidad y aplomo. Antes que opacarla, aquel conjunto lúdico subrayó su personalidad serena y segura.
Y hablemos de los Critics’ Choice Awards 2023, donde Bella lució Tory Burch para su llegada a la alfombra roja.
Para los premios GQ Men of the Year 2024, también usó Thom Browne y sinceramente es uno de mis looks favoritos que he visto en elle.
Pero esto hablando de las alfombras rojas, ¿qué pasa con su estilo más relajado? Simple, Bella va hacia la practicidad y comodidad. Ya sea en su aparición en el video musical de Girl Band o cocinando con Vogue enfundada en Miu Miu. El estilo de Bella fuera de las cámaras (o frente de ellas, pero no en alfombras rojas) me gusta aún más, porque demuestra que el desenfado puede ser un gran recurso estilístico para no llamar la atención sino enfocarse en acciones concretas como la actuación.
Por otra parte, lo que más admiro de elle es su forma de ser, es una persona muy gentil, amable y sobre todo auténtica. Y realmente quisiera que fuera mi amiga o, en su defecto, poder conversar una vez con ella — aunque estaría super nervioso— pero en serio, en verdad quisiera compartir con ella, escucharla y sobre todo rodearme de su gran amabilidad (que en estos tiempos es necesaria).
Al final, el estilo de Bella Ramsey trasciende la moda: es una declaración de principios hecha vestuario. Cada atuendo suyo, por sobrio o extravagante que parezca, posee un valor estético innegable y es a la vez un símbolo de libertad personal que nos recuerda que la verdadera elegancia reside en la autenticidad. Puede que su rechazo a las normas clásicas incomode a algunos, pero para muchos –incluyéndome– Bella se ha vuelto un faro de autenticidad y valentía. En una industria que a menudo impone disfraces, ella prefiere mostrarse tal cual es. Y esa decisión –íntima, casi rebelde en su sobriedad– la ha consagrado como un ícono que inspira a quienes creemos que el cuerpo y la moda son, ante todo, formas de identidad.